sábado, 13 de junio de 2009

Voto blanco, voto nulo


Bueno en esta ocasión quiero compartir con todos el mensaje de un amigo, me lo mando por correo y creo que va muy acorde con lo que estamos viviendo, es una opinión muy válida y merece que se le de difusión; citaré textualmente lo que me mando en el correo y espero sus comentarios!.

La gente que lee es peligrosa. Peligrosa porque piensa, razona, intuye, cuestiona, interpreta, deduce, vive despierta. La gente que lee es peligrosa. La gente que escribe es letal. Letal porque manifiesta, expresa, difunde, confunde, aclara, actualiza, impone, compone, repone, dispone, depone. La gente que escribe es letal. La gente que lee y escribe es dueña del mundo. Dueña del mundo porque se convierte en canal, establece códigos, abre más canales, incita, motiva o desmotiva, cuestiona o despeja de dudas un camino para tornarlo de certezas (o de más dudas). La gente que lee y escribe es dueña del mundo.

Y como dueño del mundo les digo busquemos un cambio, anulando nuestro voto como señal de protesta, para que entiendan partidos y candidatos que no convencen a la gente, que estamos hartos de legitimar sus jugosos puestos y posiciones políticas tachando un supuesto “VOTO UTIL”, en el 2000 nos pusieron muy de moda este concepto para convencernos de darle a nuestro voto una utilidad y lograr un fin superior, como lo fue sacar al PRI de Los Pinos. Pero lo único que lograron fue alejar del pensamiento colectivo la idea de que el voto sirve para expresarse y apoyar a aquel partido político y candidato que mejor nos represente. Eliminaron del panorama toda oferta ideológica, el debate sobre los verdaderos problemas sociales, democráticos, de seguridad, económicos, de bienestar, de crecimiento y su éxito logró no solamente la alternancia, sino desafortunadamente también logró enrarecer la razón de ser de ciertas instituciones, incluyendo el voto. Con la acción de votar en blanco EXIGAMOS que se abran las candidaturas independientes y SOBRE TODO LA LEGITIMACION DEL VOTO EN BLANCO, lo que implica que en la boleta aparezca un cuadro blanco, simbolizando inconformidad (con el sistema, con los candidatos, con sus propuestas, etcétera), y al contabilizar los sufragios, si gana el “voto blanco” por encima de los candidatos o si llega a determinado porcentaje, se anule la elección, como sucede en otras latitudes, en otros países como Francia y Brasil. Con la incorporación de esta figura en la boleta, estoy seguro que la gente se sentirá obligada a acudir en mayor número a votar, lo que permitiría, mayores definiciones y una democracia menos irreal o que el descontento y rechazo tenga la fuerza para empujar los cambios necesarios. Por lo que esto resulta urgente de ser instrumentado para empezar a resquebrajar este sistema que gira en torno a intereses privativos de candidatos y partidos, donde desafortunadamente los únicos excluidos somos una inmensa mayoría pasiva y extremadamente ajena.

Texto del M. A. José Raúl Servot Benítez